Hierbas adventicias: la rúcula silvestre

Otra de las hierbas adventicias que están floreciendo estos días y que está por todas partes, sobre todo en la zona de fuera del huerto, en el parque de la Cuña y en otras zonas verdes del barrio, es esta de pequeñas flores amarillas con cuatro pétalos.


Las flores recuerdan a las del brócoli, por ejemplo (en la foto de abajo). ¿Verdad que se parecen sospechosamente? Pues tiene una explicación: pertenecen a la misma familia, las Brassicaceas, es decir, las crucíferas, las coles. Si os fijáis, las flores tienen cuatro pétalos en forma de cruz, de ahí lo de "crucífera".

¿Qué son, entonces, esas crucíferas silvestres? Pues rúcula. Sí, rúcula: Diplotaxis tenuifolia. Y pensaréis "pero no se parece nada a la rúcula que plantamos para consumir, la nuestra tiene las flores blancas y las hojas menos puntiagudas, más redondeaditas". Efectivamente, también tiene flores de 4 pétalos pero más grandes, blancas y con venas moradas. Una belleza, por cierto, no perdáis la ocasión de mirarlas con detalle en cuanto florezca la que hemos plantado este año.

La explicación es que la que cultivamos es otra especie, la Eruca vesicaria: https://es.wikipedia.org/wiki/Eruca_vesicaria

Pero sí, la silvestre de las florecitas amarillas (https://es.wikipedia.org/wiki/Diplotaxis_tenuifolia) se puede comer, aunque al igual que la rúcula cultivada, una vez que florece el sabor es demasiado fuerte y picante. Las pequeñas vainas están llenas de semillas que podemos utilizar para preparar germinados. Además, las flores también son comestibles, se pueden añadir a las ensaladas. También se ha utilizado en la medicina tradicional como cataplasma para calmar la tos.

En resumen: otra hierba adventicia a la que podemos sacar algo de partido y dejar de considerar "mala".

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