La Ipomea batatas, conocida como batata, boniato, papa dulce, camote o moniato es una planta herbácea, perenne y trepadora de la familia de las Conunvuláceas, nativa de América y de la que aprovechamos las raíces.
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| Esquejes de boniato © Mayte Sánchez Sempere, 2022 |
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Bancal de boniatos, 4 de mayo de 2022 © Mayte Sánchez Sempere, 2022
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Este año pusimos 6 plantitas en el mes de mayo y esta semana hemos cosechado una buena cantidad de ejemplares, algunos de muy buen tamaño.
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Boniatos recién cosechados © Mayte Sánchez Sempere, 2022
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Reparto de boniatos © María Collado, 2022
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Los boniatos o batatas, como se conocían en Haití cuando llegó Colón, aportan hidratos de carbono, fibra, vitaminas A, B1, B2, B5, B6 y C y minerales, sobre todo manganeso, potasio, cobre y hierro. Son antioxidantes, muy nutritivos y, sobre todo, están muy ricos.
No se deben consumir crudos, la forma más sencilla de cocinarlos es asándolos con piel o cocidos. Combinan muy bien con legumbres en potaje o con otros tubérculos y raíces, como patatas, remolachas, nabos o zanahorias.
También se pueden elaborar con ellos postres, como tartas o bizcochos, o hacer una masa dulce, muy utilizada para rellenar distintos pasteles: desde los "pasteles de boniato" valencianos a los huesos de santo o buñuelos de viento para Todos los Santos, o los pasteles de gloria para Navidad. Como curiosidad, el postre típico de la cena de Acción de Gracias estadounidense es una tarta de boniatos: sweet potato pie.
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Boniatos, patatas, calabaza y brócoli asados, con romero © Mayte Sánchez Sempere, 2022
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