El azafrán o crocus sativus es una planta que cultivamos en nuestro huerto desde hace varios años.
Se caracteriza por tener una flor pequeña de color violáceo que contiene unos apreciados y largos estigmas de color rojo que, tratados adecuadamente, generan una de las especias más apreciadas del mundo.
Su singularidad radica en que es una planta que tiene un ciclo vegetativo invertido: florece a finales de octubre y se recolecta en noviembre.
En la gastronomía mediterránea se encuentra presente en todo tipo de platos. Pero para ello, antes es necesario tostar sus estigmas amarillos, que adquieren un sabor amargo y un aroma y color muy intensos.
Su nombre es similar en muchos idiomas y se la conoce como “oro rojo”, aunque su verdadera denominación procede de la palabra árabe sahafaran, que a su vez deriva de asfar, amarillo.
Sabías qué…
-El azafrán español está considerado como uno de los mejores
del mundo.
-Su precio ronda los 8.000 o 9.000
€ el kilo.
-Para conseguir 1 kilo
son necesarias más de 250.000 flores.
-Es la única especia capaz de conquistar, al mismo tiempo, tres de nuestros sentidos: vista, olfato y gusto.
-Posee propiedades médicas (expectorante, sedante y
afrodisíaco).
El siguiente dicho popular describe el proceso para obtener esta especia:
“Hay una flor en el campo, que le hace brillar el alba. Cinco galanes la cogen; se la llevan a su casa; la ponen sobre una mesa; entre diez la despedazan; la queman a fuego lento y la dama ya descansa; se la llevan a las Indias para el remedio de España”.
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